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Enfermedades degenerativas
Las enfermedades degenerativas tenían escasa incidencia en el pasado, esto ha variado en la últimas décadas y se ha extendido ampliamente a todas las sociedades hasta el punto que hoy se ha convertido en un grave problema y ha sido responsable de la mayor parte de decesos.
Al hablar de enfermedades degenerativas, nos referimos a aquellas que van degradando el estado físico y/o mental de quien lo padece y provoca in desequilibrio en los mecanismos de regeneración celular.
La degeneración es un proceso en el que un órgano o tejido van perdiendo sus características propias más importantes, por la disminución de su actividad. Así, las enfermedades degenerativas afectan y modifican a las células, al producirse sustancias inhabituales que alteran su comportamiento.
Las enfermedades degenerativas pueden ser congénitas o hereditarias. Suelen manifestarse en edades avanzadas, aunque también pueden afectar a personas jóvenes de entre 20 y 40 años, dependiendo la enfermedad.
Este tipo de patologías tardan generalmente un periodo prolongado en desarrollarse; destruyen progresivamente tejidos y órganos, e impiden el funcionamiento óptimo del organismo.
Aunque existen enfermedades degenerativas con consecuencias que podrían calificarse como “benignas” y corregibles, como por ejemplo las caries dentales, las várices y el eccema, entre otras. Hay enfermedades degenerativas crónicas que tienen consecuencias graves que pueden provocar invalidez, pérdida de un órgano o incluso la muerte.
Las enfermedades degenerativas pueden afectar a diversos órganos o tejidos del cuerpo. Hay enfermedades degenerativas del cerebro, asociadas a la edad (como el Alzheimer y el Parkinson), enfermedades degenerativas articulares (como la artrosis de columna, cadera o rodilla); enfermedades degenerativas oculares (de la córnea o de la retina); enfermedades degenerativas óseas (osteoporosis), y muchas otras entre las que se incluyen: la hipertensión, la artritis, esclerosis múltiple, arteriosclerosis, esterioscleriosis, fibromialgia, diabetes, la enfermedad de Creutzfeldt Jacob (versión humana del mal de las vacas locas), el cáncer y hasta el SIDA.
A la fecha, se han realizado varios estudios que apuntan a que muchas enfermedades degenerativas pueden prevenirse o corregirse a través de la alimentación.
Hay alimentos a los que se les atribuye propiedades benéficas en la prevención de estas patologías, como el caso del aceite de oliva, el consumo moderado de vino o los suplementos de glicina (un aminoácido presente en carnes, pescados y productos lácteos), que según estudios, pueden prevenir algunas de estas enfermedades degenerativas.
Cuasas de las enfermedades degenerativas
Actualmente se continúan investigando las causas degenerativas y buscando soluciones a éstas. Pero aunque se ha avanzado en diagnósticos y tratamientos, muchas de estas dolencias son aún de causa desconocida y no existe cura para la mayoría de ellas.
Tratamientos para las enfermedades degenerativas
Los tratamientos que existen son más que todo paliativos (suaviza o atenúa el dolor o los efectos), enfocados a atenuar los efectos que producen y a tratar de mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
No obstante, los notables avances en el campo de la medicina regenerativa, que por cierto no han dejado de despertar polémica, apuntan a que las enfermedades degenerativas podrán ser tratadas en el mediano plazo, ya que la utilización de células madre, permitirá regenerar los órganos y tejidos del cuerpo que lo necesiten, trayendo así una luz de esperanza para quienes son víctimas de estos terribles padecimientos.